martes, 14 de enero de 2014

Día 128 - Retorno a la isla y cumpleaños.

Antes de todo, feliz año a todos y todas. Ha sido una semana parecida a aquellas de septiembre en las que todavía me estaba asentando. Vuelta a comprar al supermercado ingentes cantidades de comida para devolverle la vida a la nevera que solo tenía un sucio paquete de queso cheddar y unas cebollas en proceso avanzado de putrefacción. 

Para que engañar estaba deseando ya volver a Cork. Que tu madre este al mando de la casa es divertido y relajante hasta cierto punto, pero es más gratificante tener tu la sartén por el mango. Ha sido tan gracioso oir a la gente quejarse de cuantos quilos ha ganado durante su cuatrimestre en Cork y cuantos se han añadido durante las comilonas de Navidad. Yo no me he tenido que preocupar después de mi perdida de peso de los que ni siquiera he podido recuperar la mitad (2 Kg). 

Tres semanas en las que he padecido el llamado Síndrome del bolsillo rico (Rich pocket Syndrome). Dicese de la persona que ha vivido durante un período prolongado en un país escandalosamente caro comparado con España. Uno se da cuenta lo barato que es España para cualquier país europeo. El síndrome se acentúa cuando no vives en al capital. 



Y mientras yo disfrutaba de los pocos días de vacaciones que me quedaban en España, otros ya habían llegado a Cork y sufrían el frio y la lluvia. Frio y lluvia que supera con creces al de diciembre. Durante el día de reyes la lluvia y el viento reinó en Ireland y en Cork hubo inundaciones obligando a tener que poner sacos de arena en la calle para evitar que entrara el agua en casas. Esta foto es del lado norte de la ciudad en North Mall aunque también afectó en South Mall cerca de donde vivo. Más al oeste cerca de Galway en Lahinch (Co. Clare) la tormenta provocó estás impactantes imágenes. 



Aún así yo estoy a salvo. He conseguido cumplir 21 años el pasado jueves 9 de Enero y oficialmente soy mayor de edad en Irlanda lo que me otorga el derecho a entrar en todos los pubs and nightclubs de Irlanda. No esperaba una gran celebración ya que faltaba aún gente por llegar a Cork como Benny y Charlotte pero the show must go on. Invitando gente a casa puede decir que mis 18 irlandeses fueron una de las mejores celebraciones que jamás tuve. Tuve dos pasteles, si dos, dos de chocolate (si mamá, he hecho fotos). 



Risas y bailes estúpidos, discusiones sobre las formas de hablar en España según la región y las diferentes formas de llamar a un objeto, desde las bambas, zapatillas, tenis o playeras hasta la mofa de que llamemos en Cataluña tejanos a los vaqueros. Pero luego soy yo el que se rie de aquellos que no son capaces de pronunciar correctamente una ciudad como es Madrid y no Madriz. Todo esto hizo a la gente olvidar salir a un pub y cuando pregunté si alguien quería ir a Holly Cow, se negaron en rotundo.  


Probando los dos pasteles que tuve la suerte de recibir uno casero y otro comprado en Tesco, los dos geniales. Laura y Sara las dos artífices de mi pastel de cumpleaños hecho con galleta, philadelphia y tons and tons of Nutella, simplemente riquísimo, un cielo de vecinas. 

Eramos tantos que no había platos para todos y hubo incluso que comer el pastel en las tazas de consomé




Miguel explicando al mundo sus dotes asturianas
y como es capaz de escanciar la sidra asturiana. Explicando al mundo sus hazañas asturianas y como el rey Don Pelayo echó a los moros de Asturias. 


Pastel de Tesco junto al hecho por las vecinas del 23 ya vacio, claro ganador

Y la mejor fotaza de grupo al final de la noche sin salida nocturna pero bailoteos sin fin. Aún no se muy bien que estaba haciendo con la boca en el vídeo (mamá no estaba borracho). Pensaba que tenia mejor acento pero veo que mi acento es español español, ese "Spasnishhhhhhh" me ha dejado por los suelos. Resumiendo, un gran jueves. 








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