Ayer noche después de
volver de Crane Lane, estuve de pie frente a la ventana mirando a la calle
observando a un grupo de americanos que se preparaban para emprender su viaje
de vuelta a casa (un poco creepy). No
logré evitar que floreciera el sentimiento de depresión y tristeza al pensar
“Mañana tu serás otro más”. Ahora escribo este post poco después de haberme
levantado y haberme comido los espaguetis que no me comí anoche, estaban fríos
pero buenos igualmente. Las maletas están prácticamente listas y ya solo queda
quitar las fotos de la pared y la puerta.
Me estoy poniendo
dramático y ahora es el momento de recordar y no lamentarse. Hoy es mi última
noche en Cork y después tocará una visita al aeropuerto donde apenas 20 minutos
después de las 6 de la mañana mi vuelo despegue hacia Barcelona. Me voy de esta
ciudad aunque espero que finalmente la suerte me sonría y vuelva en Julio con
unas prácticas. Me voy de Cork sobrepasando mis expectativas de gente, oportunidades,
comida y todo lo demás excepto el clima.
Recuerdo cuando tuve que
hacer mi solicitud de Erasmus y tenía que escribir una carta de motivación para
el programa. Aquí he mejorado mis ya buenas habilidades culinarias (me tiro
flores a mí mismo porque yo lo valgo), he probado nuevas comidas de las que
ahora quiero saber más como son la turca, la india y la asiática. Quizás no he
viajado a tantos países durante mi Erasmus pero siempre es más importante
conocer bien el lugar donde vives antes de visitar muchos países y conocer
poco. Aquí tuve la oportunidad de viajar por el norte, sur, este y oeste aunque
me quedo con el sur-oeste y el oeste de Irlanda como grandes anfitrionas.; recorrer
esas regiones en coche o a pie contra viento y lluvia, perderse entre la bruma
en la cima del Mount Eagle y atender a un festival de música en Dingle con
aforo solo para 80 personas y retransmitido por televisión a todo el mundo, no
pasará muchas más veces; hacer picnic en mitad de Connemara y saludar a los
pastores sonrientes al verte pasar; cenar en casa y visitar a Anne Claire y que
Gwen te ofrezca cenar por segunda vez y no rechazarlo; organizar mil y una
cenas para después ver películas o jugar a cartas o acabar saliendo de parranda
y comerse una pizza del Four Stars Pizza o
caer rendido en la cama y dormirse a los 5 minutos.; visitas improvisadas con
Miguel o Sara a casa de Gwen y Anne y acabar casi cenando allí. Tomar un café
en el Café Depeche o comprar dulces en el English Market; subir sin avisar a
ver a Sara y meterme con su bata de cuadros roja; asustar a Benny o Sara al
salir del baño, asustarlo cuando vuelve de la cocina, asustarlo cuando se rasca
el culo. Me dejo muchos otros recuerdos pero es imposible acordarme de todos.
Como muchos otros, he
sido afortunado de lo que ha ocurrido aquí y de todo el mundo que he conocido y
el conjunto de casualidades hicieron que conociera a gente muy especial. Hubo
alguien a la que en un conjunto de casualidades conocí en un avión y sin
quererlo ni beberlo acabó viviendo en el piso de arriba. Las cosas vienen y van
y no hay que forzarlas, el universo se equilibra por si solo y si no me tocó
como destino Erasmus Holanda fue porque la cosa no funcionó. Doy gracias de
haber conocido a todos aquellos que han hecho de Cork algo más especial y no me
arrepiento en ningún momento que desde el primer momento me desvinculara del guetto español. Vine a conocer nuevas
culturas y gente de otros países y lo he conseguido, me voy feliz del pequeño
grupo de españoles que piensan como yo y que he conseguido mantener aquí en
Cork.
El año que viene más
amigos mios se han animado a irse de Erasmus después de verme a mí. No hay que
tener tanto miedo y en vez de esperar a los resultados del conejillo de indias
hay que lanzarse a por aquellos sueños. Como leí en otro blog hace mucho tiempo
cuando comencé a leer blogs sobre otros Erasmus, jamás estamos solos y siempre
ocurren una serie de acontecimientos aleatorios que te ayudan en el proceso.
Mis amigos pensarán que
se me ha ido la castaña y ahora soy capaz de comer bichos fritos. Pues quizás
los probaría. La verdad es que he despertado partes de mi cerebro que hasta
ahora estaban dormidas. UCC ha sido un mundo de posibilidades incluso para
trabajar, para practicar nuevos deportes o comenzar con nuevos hobbies aunque
me arrepiento de no haber seguido haciendo esgrima en el segundo semestre y fue
una estupidez por mi parte.
No sé si este es el
último post de este blog. Muchos me han animado a seguir escribiendo un blog,
aún no sé cómo, ni cuando, ni porqué. Haber escrito este blog me ha hecho aún
más rico a nivel de emociones.