sábado, 24 de mayo de 2014

Día 258 - Vuelta a casa

Ayer noche después de volver de Crane Lane, estuve de pie frente a la ventana mirando a la calle observando a un grupo de americanos que se preparaban para emprender su viaje de vuelta a casa (un poco creepy). No logré evitar que floreciera el sentimiento de depresión y tristeza al pensar “Mañana tu serás otro más”. Ahora escribo este post poco después de haberme levantado y haberme comido los espaguetis que no me comí anoche, estaban fríos pero buenos igualmente. Las maletas están prácticamente listas y ya solo queda quitar las fotos de la pared y la puerta.

Me estoy poniendo dramático y ahora es el momento de recordar y no lamentarse. Hoy es mi última noche en Cork y después tocará una visita al aeropuerto donde apenas 20 minutos después de las 6 de la mañana mi vuelo despegue hacia Barcelona. Me voy de esta ciudad aunque espero que finalmente la suerte me sonría y vuelva en Julio con unas prácticas. Me voy de Cork sobrepasando mis expectativas de gente, oportunidades, comida y todo lo demás excepto el clima.

Recuerdo cuando tuve que hacer mi solicitud de Erasmus y tenía que escribir una carta de motivación para el programa. Aquí he mejorado mis ya buenas habilidades culinarias (me tiro flores a mí mismo porque yo lo valgo), he probado nuevas comidas de las que ahora quiero saber más como son la turca, la india y la asiática. Quizás no he viajado a tantos países durante mi Erasmus pero siempre es más importante conocer bien el lugar donde vives antes de visitar muchos países y conocer poco. Aquí tuve la oportunidad de viajar por el norte, sur, este y oeste aunque me quedo con el sur-oeste y el oeste de Irlanda como grandes anfitrionas.; recorrer esas regiones en coche o a pie contra viento y lluvia, perderse entre la bruma en la cima del Mount Eagle y atender a un festival de música en Dingle con aforo solo para 80 personas y retransmitido por televisión a todo el mundo, no pasará muchas más veces; hacer picnic en mitad de Connemara y saludar a los pastores sonrientes al verte pasar; cenar en casa y visitar a Anne Claire y que Gwen te ofrezca cenar por segunda vez y no rechazarlo; organizar mil y una cenas para después ver películas o jugar a cartas o acabar saliendo de parranda y comerse una pizza del Four Stars Pizza o caer rendido en la cama y dormirse a los 5 minutos.; visitas improvisadas con Miguel o Sara a casa de Gwen y Anne y acabar casi cenando allí. Tomar un café en el Café Depeche o comprar dulces en el English Market; subir sin avisar a ver a Sara y meterme con su bata de cuadros roja; asustar a Benny o Sara al salir del baño, asustarlo cuando vuelve de la cocina, asustarlo cuando se rasca el culo. Me dejo muchos otros recuerdos pero es imposible acordarme de todos.

Como muchos otros, he sido afortunado de lo que ha ocurrido aquí y de todo el mundo que he conocido y el conjunto de casualidades hicieron que conociera a gente muy especial. Hubo alguien a la que en un conjunto de casualidades conocí en un avión y sin quererlo ni beberlo acabó viviendo en el piso de arriba. Las cosas vienen y van y no hay que forzarlas, el universo se equilibra por si solo y si no me tocó como destino Erasmus Holanda fue porque la cosa no funcionó. Doy gracias de haber conocido a todos aquellos que han hecho de Cork algo más especial y no me arrepiento en ningún momento que desde el primer momento me desvinculara del guetto español. Vine a conocer nuevas culturas y gente de otros países y lo he conseguido, me voy feliz del pequeño grupo de españoles que piensan como yo y que he conseguido mantener aquí en Cork.

El año que viene más amigos mios se han animado a irse de Erasmus después de verme a mí. No hay que tener tanto miedo y en vez de esperar a los resultados del conejillo de indias hay que lanzarse a por aquellos sueños. Como leí en otro blog hace mucho tiempo cuando comencé a leer blogs sobre otros Erasmus, jamás estamos solos y siempre ocurren una serie de acontecimientos aleatorios que te ayudan en el proceso.

Mis amigos pensarán que se me ha ido la castaña y ahora soy capaz de comer bichos fritos. Pues quizás los probaría. La verdad es que he despertado partes de mi cerebro que hasta ahora estaban dormidas. UCC ha sido un mundo de posibilidades incluso para trabajar, para practicar nuevos deportes o comenzar con nuevos hobbies aunque me arrepiento de no haber seguido haciendo esgrima en el segundo semestre y fue una estupidez por mi parte.




No sé si este es el último post de este blog. Muchos me han animado a seguir escribiendo un blog, aún no sé cómo, ni cuando, ni porqué. Haber escrito este blog me ha hecho aún más rico a nivel de emociones.

Acabo este ladrillo con un “gracias, perdón y hasta pronto”. Gracias como ya he dicho por aquellos que conocí, confiaron en mí y quiera mantener el contacto con ellos; perdón a aquellos que pude molestar o que me invitaron a una cerveza y jamás les invite yo a una;  hasta luego porque no me gusta decir adiós y porque me niego a decir hasta luego a muchos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario