No voy a intentar resumir el viaje ya que vale la pena explicarlo de PE a PA, así que si no queréis leer biblias o no tenéis tiempo, os aconsejo que lo leáis más tarde o no lo leáis.
Todo empezó el miércoles pasado cuando Benny ganó dos entradas para el festival de música Other Voices en Dingle (Co. Kerry). ¿Qué es Other Voices? No os voy a engañar, ni mi compañero, ni yo sabíamos de su existencia, Benny lo descubrió por accidente. Es un festival de música que se celebra desde hace 12 años en el pueblo de Dingle. En el tocan artistas que están pegando fuerte dentro de géneros bastante alternativos a lo comercialmente conocido, mezclando instrumentos como el piano, el chelo o el violín con música electrónica o no. Total que Benny ganó dos entradas y obviamente no rechacé la invitación para ir. Esa misma tarde estábamos planificando donde dormir, como hacerlo y como llegar allí.
No encontrábamos alojamiento en tan corto plazo, así que se nos ocurrió pedir prestada una tienda de campaña y unos sacos de dormir y acampar en Dingle. ¿Locura? Para ser diciembre, si. Afortunadamente, tuvimos suerte y uno de los hostels nos dijo que tenía una cama libre para la primera noche y dos camas libres para la noche siguiente, de modo que Benny y yo tendríamos que compartir cama la primera noche.
Como en las películas cuando dos protagonistas inician una carrera para ver quien llega antes al mismo lugar con un medio de transporte diferente, Benny y yo acordamos que él y su bicicleta irían en tren y yo en autobús. El principal motivo es que no podía llevar su bicicleta en el autobús y yo me ahorraba 30 euros. El bus a Dingle fueron 31,82€ ida y vuelta por Internet.
Dicho y hecho, el sábado por la mañana, mientras Cork se despertaba de su resaca nocturna, los dos nos dirigimos a nuestras respectivas estaciones. A las 8:30 cogí mi autobús número 40 dirección Tralee (en gaélico, Playa de Lee). Al parar en Killarney, el conductor muy molón él con su boina a cuadros, dijo algo raro sobre el bus a Dingle, así que me cagué en los pantalones, le pregunté a un chico justo a mi lado y él muy amable fue a preguntarle al conductor, sin sobresaltos. El chico era músico y hablaba irlandés de pura cepa, además también español, así que durante los 53 km restantes hasta Tralee estuvimos hablando sobre diferentes tópicos tanto irlandeses como españoles o catalanes y me contó que otros festivales se celebraban en al zona. Realmente me hizo el viaje mucho más llevadero. A las 10:40 llegué a Tralee y después de despedirme del chico, me tocó esperar 45 minutos hasta mi siguiente autobús 275 que me llevaría a Dingle. Al mismo tiempo, Benny llegó a Tralee en tren que había cogido el tren a las 9, hablamos unos minutos y se puso en marcha por los 57 km en bicicleta hasta Dingle. En mi espera del autobús, un abuelo irlandés muy campechano (como no) se me acercó a decirme "Eh chico! Vas a Dingle?!", afirme y me contestó "10 minutos chico! Tu no eres de aquí verdad? Que haces tan cargado?!". Los abuelos irlandeses siempre tienen una razón para hablar, hablan por los codos, les encanta explicarte todo todo y todo. En el bus dos abuelos hablaban irlandés entre ellos. Una hora y 160 km más tarde estaba en Dingle y con una hora por delante me puse a hacer fotos por el puerto.
Connor Pass |
Dos horas más tarde y un chaparrón, Benny y yo nos encontramos, él muerto de frio por el chaparrón que le pilló cruzando el Paso de Connor (suena muy a señor de los anillos, lo sé) y yo aburrido de esperar. Llegamos al hostel llamado Grapwine (17 euros la noche con desayuno y habitación de 8) y no dieron una buena noticia al saber que había dos camas libres, así que Benny "No sex tonight, sorry". Después de descansar y bajar a la cocina, conocimos a tres chicas irlandesas estudiando música, muy bromistas ellas no pararon de contarnos slang irlandés. Más tarde estas cantaban y tocaban la guitarra, cantaba muy bien, realmente bien.
Los artistas tocaban en una iglesia (Iglesia de St. James) y solo 80 personas podían verlo en directo. Sin embargo, desde que el pueblo entero se volcó en el festival, muchos lugares retransmitieron en streaming las actuaciones. Mucha gente lo vio desde un hotel donde se alojaban los artistas, aunque el principal motivo era que este cerraba a las 5 de la mañana. Conocimos a más huéspedes del hostel en el que dormimos, uno de ellos estaba tan "contento" que me invitó a una cerveza y a Benny le encontraron parecido con el actor Killian Murphy (en el blanco de los ojos). Desafortunadamente, nosotros teníamos una excursión que hacer al día siguiente así que no podíamos estar de parranda hasta las tantas de la noche. Al día siguiente teníamos que levantarnos a las 7. A las 4 de la mañana conocimos a nuestras compañeras de habitación. Digo compañeras porque eran 5 irlandesas borrachas, una de ellas pintada como un cuadro abstracto.
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