Con hoy ya van 4 días de
Erasmus, cuatro días muy intensos en los que no he parado de hacer cosas con
tal de conocer a más gente y habituarme en mi nueva vida de estudiante
internacional.
El sábado, después de una
comida improvisada con las vecinas del 23 a base de tortilla, arroz y
salchichas, nos dirigimos al Student Centre donde quedamos para ver la final de
hurling entre Cork Vs. Clare. Realmente
es un juego super interesante, se zurran de la hostia y es realmente
rápido a la par de impredecible. Hay dos porterías que son una mezcla entre fútbol y rugby, si los jugadores consiguen hacer entrar la pelota en la
portería la parte de debajo, consiguen 3 puntos y si lo hacen
por la parte de arriba 1 punto. Clare empezó ganando y parecía que
definitivamente iba a ganar, hasta que Cork se puso las pilas y marcó tres
goles. Finalmente realmente tuvieron muy mala suerte porque en el tiempo de
descuento, Clare marcó un gol y empató el resultado. Ahora habrá otro partido
de aquí dos semanas para resolver el juego, así que quiero que llegue el día 28
para poder ver como se zurran de nuevo entre ellos.
Después del partido, hubo
un grupo típico irlandés que cantó muchísimas canciones tanto irlandesas como
canciones famosas de ahora como I’m sexy
and I know it o alguna canción española (lamentablemente gracioso, pero
genial ver a los irish cantándolas). En este pub, conocí como no a más gente de
Czech Republic, Brasil o USA y como no alemanes (salen de debajo de las
piedras). Después del pub i caernos una buena sopa encima, volver a mi
apartamento vacio, me convencía mi mismo de que no iba a salir esa noche
después de llevar dos días seguidos saliendo (bueno aquí a salir se le llama
volver a casa a las 2 máximo). Pero mi convicción no fue demasiado fuerte y
acabé apareciendo en un meeting de un chico austriaco, Rene, que conocí antes de llegar a Irlanda. La
verdad es que valió realmente la pena porque el grupo era muy grande y diverso,
fuimos al pub Sain É en North Mall
con un ambiente genial. Cuando cerraron (23:30) conocí a un tio irlandés que se
puso a hablar conmigo y después de decirle que mi nombre era como el actor
Javier Bardem, nos invitó a venir a otro pub que cerraba más tarde donde nos
invitó a 5 de nosotros a una pinta, porque si, realmente era un jefe.
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