jueves, 3 de abril de 2014

Día 213 - 5 Condados y 3 Aeropuertos: Parte 1

Estoy de vuelta en el apartamento después de 3 días fantásticos con gente fantástica (que cursi queda esto) en la costa oeste de Irlanda recorriendo en coche nada más y nada menos que casi 800 kilómetros a través de los condados de Cork, Kerry, Clare, Galway y Mayo. Hay que decir que ya había estado en Galway y Connemara el pasado diciembre pero como pasó con mi viaje a Ring of Kerry, no hay color al visitarlo en coche que visitarlo en bus. Estos viajes son una locura, están llenos de risas en especial cuando viajes en grupos pequeños como ha sido mi caso, solo tres personas: Benny, un amigo suyo que vinó de visita y yo. Lo bueno de tener un compañero de piso que tiene 25 años es que pude alquilar un coche en Irlanda (aquí el mínimo para alquilar son en la mayoría de casos 25 años) y con tal dominio del volante, el miedo a estrellarnos mientras conducimos por la izquierda se queda en Cork. El coche nos costó 33 euros tres días más gasolina (20 euros en Connemara y 55 antes de dejar el coche en el aeropuerto) y un seguro a todo riesgo opcional (16 euros el día) que recomiendan encarecidamente porque aquí la grúa (y cito textualmente de la recepcionista que montó un show) es "extremely expensive". 




El viaje comienza en el aeropuerto de Cork para recoger el coche a las 9:30 de la mañana y iniciar nuestro viaje a través de la N20 y E20 hasta Ennis y luego haciendo nuestra primera parada en Kilkee parando antes en Shannon Airport para hacer una visita al excusado. Kilkee es un pueblo (no tan pequeño) situado en una bahía con una playa preciosa de arena muy fina. En el lado derecho de la bahía hay una vista del final de los Cliffs of Moher (en menor tamaño por supuesto) o como dice la guía Lonely Planet "a dramatic view of Cliffs of Moher". Como no, al estar e el atlántico, todo esta lleno de algas. 






Aquí me doy cuenta que he perdido mi gorro y Benny se parte de risa al verlo tirado en el suelo.
Después de Kilkee, seguimos a través de la N67 hasta Lahinch y Cliffs of Moher donde por primera vez en las tres veces que la he visitado, hizo sol, un sol maravilloso. También por primera vez, andamos los 10 km (ida y vuelta) que hay que andar para llegar al final de los acantilados donde se haya una torre de vigilancia sobre la cual dice la leyenda que un guerrero muy bravo se enamoró de una chica y le declaro su amor en lo alto de esta torre. 



Después del largo día y sin tener reserva previa, llegamos a Galway donde aparcamos el coche y nos dirigimos al Hostel Bernancles donde afortunadamente encontramos una habitación para 4 por 22 euros la noche. La recepcionista que al parecer era la mejor de todo el hostel, nos indicó que lugares deberíamos recorrer en Connemara al día siguiente. Después de un breve descanso, encontramos un restaurante indio para el que no íbamos adecuadamente vestidos pero el hambre apretaba y como era mi primera vez comiendo este tipo de comidas, seguí mi instinto. Aunque que me apetecía algo no muy picante, pedía algo imposible. La comida estaba deliciosa y aunque picaba lo suyo, repetiría. En las fotos hay arroz aromatizado (picante), verduras envueltas en una especie de masa acompañadas de unan salsa de almendra con leche de coco (picante); espinacas con patata y algo más que no se que era (no picante) y una especie de pan con queso que sabía como pizza, riquísimo (no picante). Todo esto regado con una pinta de cerveza india, fresca y dulce. Después de la cena, una pinta de cerveza negra Bonaparte en un pub muy pintoresco llamado Tigh Neachtain situado en Quay Street. 








Sigo con el siguiente día de viaje en otro episodio de esta locura de blog. 

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